domingo, 23 de diciembre de 2018

Reflexiones sobre el Alburno...el ejemplo de Córdoba.

Lo primero que debemos es echar un vistazo al mapa de distribución confeccionado por mis muestreos a lo largo de estos dos últimos años.No hace falta ser un "lumbreras "para deducir que la expansión por todas las aguas de la provincia es un hecho irrefutable.La expansión es fulminante tanto por espacios "colonizados" como por número de individuos que los pueblan.
Esta especie "exótica invasora" inmediatamente después de su aparición fue catalogada como"no pescable".Evidentemente no podía estar mas de acuerdo con esta decisión cuando aparecen los primeros individuos, actuación esta que va encaminada a no fomentar mas dispersiones por las distintas subcuencas que pudiesen favorecer "intereses de pesca deportiva"..Hasta aquí todo bien , pero tras comprobar la dura realidad, este pez esta presente en TODAS las aguas donde he muestreado, con unas densidades de "vértigo" ha llegado la hora de plantearse su inclusión como especie pescable...si se que alguno se estará rasgando las vestiduras pero como digo es hora de sentar los pies en el suelo y encajar los problemas de conservación con medidas efectivas. Primero voy a considerar pues no es explicable de otra forma que este pez tenga sus propias capacidades de dispersión y colonización aparte de la mano del hombre esto es evidente si no no se explica su presencia en toda la cuenca. Por otro lado el no pescarlo no va a fomentar mas su dispersión sino todo lo contrario ya que se necesitaría un gasto de muchos millones de euros para un plan de erradicación de la especie y hay que tener claro que incluso asi el fracaso estará garantizado, es imposible dar cobertura a tantas masas de agua. Por lo tanto se debe de acometer un plan estratégico que combine la actuación sobre tramos con especies autóctonas a los que esta especie amenaza con su presencia señalándolos como prioritarios para su erradicación sabiendo que esta va a ser una lucha de muchos años y no se conseguirá pero al menos bajaremos sus densidades uniendo esta acción a la acción abierta de declararlo especie "pescable con muerte", en cualquier época del año e introduciendolo en la modalidad de competición bajo este epígrafe. Son los gestores ahora los que tienen en su mano poner los pies en la tierra y olvidarse de medidas "politicamente correctas" que van a resultar del todo infructuosas en la eliminación de esta especie. Nos hemos de acostumbrar a convivir con ella pues pensar otra cosa no forma parte del "espíritu científico" que no contempla jamas las utopías irrealizables. Así pues sentémonos con pescadores , hagamos educación ambiental con ellos mostremosles los desastres que acarrean las introducciones y establezcamos una cooperación activa con ellos y sus federaciones para luchar contra esta lacra de la "globalización".




Distribución del Alburno, 2018, en la Provincia de Córdoba.

jueves, 8 de febrero de 2018

La pesca con caña en el Guadalquivir a su paso por Córdoba. Breve historia.

La pesca como actividad económica en el entorno fluvial del Guadalquivir  a su paso por la capital cordobesa se encuentra más o menos documentada. Desde el Medievo se tiene constancia que una explotación comercial de los distintos recursos que el rio aportaba bien en forma de peces o en forma de camarones. (Pilar Fernández de Iñigo, LA PESCA FLUVIAL Y EL CONSUMO DE PESCADO EN CÓRDOBA , 1450-1525).
Las técnicas de extracción siempre tendían a la alta rentabilidad de su uso , utilizando todo tipo de artes como palangres, redes , encañizadas, nasas etc, pero aún así está documentada la pesca de caña es esta etapa medieval.
Los anzuelos eran toscamente elaborados en hierro y podían tener distintas formas , el oficio encargado de su elaboración era el conocido como "Ansolero".
Pero un aspecto interesantísimo de la pesca fluvial muy poco estudiado es el desarrollo de dicha actividad bajo el prisma "recreativo". La pesca recreativa tiende a popularizarse en la segunda mitad del siglo XX , donde un público que ya era perceptor del denominado  "tiempo libre" hace uso del mismo con una caña de pescar en la orilla del rio.
El desarrollo de la pesca fluvial recreativa  es plasmado en un interés  que queda manifiesto incluso por parte de la entonces administración competente en materia "medioambiental",  el extinto ICONA , con introducciones de peces de alto valor "recreativo" como son El BlacK bass y el Lucio , justificadas para cubrir un vacío ictiológico producido por la masiva construcción de embalses  que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX tuvo lugar en España.
Dicha construcción de embalses supuso una alteración en la composición de las piscifaunas autóctonas debido principalmente a dos factores , por un lado la generación de una masa de agua equivalente a un "lago" . (ecosistema este inexistente en nuestras aguas continentales) y por otro la interrupción del cauce a través de una barrera insalvable que era la presa.
Aspecto este último muy interesante para conocer el declive de muchas especies que habitaban nuestros cursos al ver interrumpidas sus migraciones anuales de freza.
Independientemente de la llegada de estas especies foráneas a, orillas de nuestro Guadalquivir cordobés se venía practicando la pesca con caña desde el Medievo e incluso existe documentación gráfica del  siglo XIX según atestiguan varios grabados "pintorescos" de la ribera de nuestro río. Con toda seguridad esta actividad pese a obtener menos capturas que la pesca "comercial" supondría un ingreso suplementario de "proteínas" o posibilidad de comercio muy al por menor de las capturas realizadas en una jornada  donde el éxito hubiese sido moderado.
Amplio sería el espectro de  especies a capturar mediante caña en esta época ( siglo XIX y primeros años del XX)  , debido a que no se había instaurado aún la política hidráulica que se consumaría con la construcción de varias presas , entre ellas la de Alcalá del Rio (1928/1931).
La construcción de estas presas evitó que especies como los Sábalos y Sabogas , Anguilas , Esturiones , Róbalos o Lubinas , e incluso algún atrevido Múgil (Mugilidae) , llamados en el Bajo Guadalquivir Albures , grupo que conforman varias especies con propensión a penetrar en las aguas dulces en mayor o menor grado, llegasen  hasta nuestra localidad cordobesa .
En principio la manufactura de estas cañas tendría su origen en elementos naturales , básicamente utilizando el bambú como materia prima debido a su resistencia y elasticidad que lo dota de cualidades muy apreciadas, incluso hoy en día, donde se manufacturan artesanalmente cañas de mosca realizadas en bambú refundido.
La pesca  se realizaría con boyas elaboradas con corcho natural  , encargadas estas de señalizar las picadas , en cuanto a los sedales hay poca documentación pero probablemente estarían constituidos por fibras naturales trenzadas ya que los nylons llegarían con posterioridad.
La etapa que me tocó vivir , fue por así decirlo la mas revolucionaria en cuanto a esta actividad años 70 y 80 del pasado siglo , ya que pude presenciar como convivieron durante algún tiempo las viejas cañas de bambú con los modernos materiales plásticos que revolucionaron el entorno de este mundillo , en especial los nylons de alta calidad y por supuesto las cañas manufacturadas en fibra de vidrio resistentes aunque eso sí algo pesadas.
Así pues las orillas cordobesas de nuestro Guadalquivir recibían pescadores que ejecutaban una pesca donde principalmente se buscaba el aspecto lúdico , aunque  eso si, no exenta de capturas que hasta que llegaron los episodios de contaminación por alperchines y vertidos ,como los que emitía  la Europapel,( empresa papelera afincada en el polígono de la Torrecilla) , eran aprovechadas bien para consumo propio , bien para intercambio en bares donde se preparaban en adobo para su consumo en forma de tapas de "Peces".
La captura fundamental en los años 70 y hasta comienzos de los 80 era el Barbo gitano (Luciobarbus sclateri) , pez este que era capturado tradicionalmente por la modalidad "de fondo" o con "veleta" en las corrientes , siendo usado como cebo para su captura desde lombrices de tierra a tripas de pollo, higos en el periodo estival , ova en las corrientes de Casillas , patata cocida e incluso las primeras elaboradas "masillas" artesanales , de las cuales cada pescador tenia receta propia.
Recuerdo perfectamente que colectores que vertían sin depurar al rio ingentes cantidades de materia orgánica eran lugares que concentraban los ejemplares más grandes de entre 3 y 4 kilogramos de peso , lugar ejemplo de lo que digo era el colector del Sector Sur donde se concentraban un buen número de ejemplares y en sus alrededores si no tenias muchos escrúpulos podías hacer excelentes capturas , capturas estas que dado lo "poco salubre" del lugar eran inmediatamente devueltas al agua.
Fue esta la etapa en la que se dejó de consumir los peces del Guadalquivir por evidentes razones de salubridad.
Para aquellas jornadas recuerdo que las afrontábamos con las innovadoras cañas telescópicas  de 3 0 4 mtrs que hoy denominaríamos "boloñesas" armadas con un poderoso nylon del 30 , sin sutileza ya que el pescado no la requería , boyas de corcho de hasta 6 gramos y el mítico carrete Segarra un autentico lujo de la época al alcance del pescador. Este carrete diseñado `por un ingeniero Catalán aficionado a la pesca supuso el avance más gigantesco en cuanto a material de alta fiabilidad que esta actividad ha tenido a lo largo del tiempo , siendo un elemento indestructible y de prestaciones sensacionales para el ejercicio de la pesca con caña en aquellos entonces.
El pescador ribereño de caña  era un profundo conocedor del  rio , así conocí a personas de edad avanzada que no faltaban a su cita con el rio a menudo a diario ya que su actividad profesional había cesado hace tiempo y una parte importante de su tiempo lo dedicaban a la pesca.
Conocían el rio palmo a palmo , respiraban río por los "cuatro costados" y conocieron los grandes peces que poblaron el Guadalquivir antes de su muerte a través de polución y presas , me embobaba con ellos cuando me hablaban de Anguilas y Sollos , peces olvidados y desterrados a la fuerza por la acción inmisericorde del hombre  hasta tal punto que en mi infantil imaginación soñaba con la captura de alguno de ellos. 
Recuerdo perfectamente a un panadero cuyo nombre he olvidado y que debido a su maestría al amasar confeccionaba una de las masillas mas irresistibles que jamás he visto en acción para la captura de cíprínidos , ya que por aquellos comienzos de los 80 empezaron a verse las primeras carpas.
En toda esta actividad diaria no había orilla que no se pescase , pero los pescadores que vivíamos en el Sector Sur teníamos preferencia por la margen izquierda sobre todo la que hoy quedaría a espaldas del Hotel Oasis y la denominada Venta de Mariano, lugar este en el que se ubicaban algunas vaquerizas. Recuerdo que esta orilla dejaba de pescarse coincidiendo con la Feria de Mayo , ya que en su eucaliptedas acampaban numerosos gitanos trashumantes que acompañaban a las distintas ferias .
Otro puesto preferencial lo constituía la estructura del Molino de la Alegría junto al actual Jardín Botánico , allí una entrada de corriente bajo los arcos del  puente de San Rafael o "Puente Nuevo" agrupaba a numerosos barbos y alguna que otra carpa que buscaba oxigenación en estas movidas aguas.
Otro gran pesquil lo conformaban  las denominadas "12 Piedras" , un dique artificial que se extendía en diagonal a lo largo del cauce a la altura del Jardín Botánico , este lugar causaba un estrechamiento en el cauce que proporcionaba un acceso al la corriente central del río con muy buenas capturas . Además antes de los episodios de polución era muy apreciado como lugar de baño ya que este dique creaba un remanso interior alejado de la corriente.
No puedo terminar este articulo sin mencionar también a los pesquiles de la Ribera , que se establecían desde la cruz del Rastro hasta prácticamente el Molino de Martos , allí la dificultad de izar las capturas ponían a prueba los primitivos equipos y por supuesto la integridad del pez que se veía "izado" desde el barandal mismo de la ribera.
En la misma esquina del embarcadero recuerdo siempre de haber visto una batería de cañas "a fondo" siendo este lugar muy apreciado ya que la captura se podía recuperar bajando desde la rampa del propio embarcadero hasta la misma orilla  facilitando asi su captura o devolución al agua.
Hoy en día la pesca recreativa se encuentra regulada mediante prohibición  en la zona entre dos puentes , dentro del Monumento natural de los Sotos de la Albolafia , pero durante esta época , nunca faltaron allí las cañas , la salida del molino de San Antonio e incluso los propios arcos del Puente Romano albergaron "posturas" muy frecuentadas en los estiajes.

Hoy en día la Pesca Recreativa ha evolucionado hacia derroteros muy diferentes donde los materiales , las técnicas etc han dado paso a aquel propio espíritu de pertenencia a una masa de agua  que te unía a ella a través de una actividad que ha constituido una pasión a lo largo de toda mi vida.


Fotografía de 1888 pescador con el puente Romano como fondo.

Antiguo grabado de pescadores en el Paseo de la Ribera.

La prctica hoy en día en el mítico pesquil de Casillas

Caña en acción.

Pescadores de caña de principio del siglo XX   en su aspecto lúdico , en el Júcar.

El mítico carrete Segarra,